El orgullo


De la misma manera, ustedes los jóvenes sométanse a la autoridad de los ancianos. Todos deben someterse unos a otros con humildad, porque: «Dios se opone a los orgullosos, pero ayuda con su bondad a los humildes.»
1 Pedro 5:5 DHH94PC

Que difícil resulta muchas veces el sujetarnos a las autoridades, desde niños con nuestros padres, de adultos con los jefes, seguir el tratamiento indicado por el médico, las normas de los establecimientos, las leyes de los gobiernos, etc. Esto es debido al orgullo de creer que al sujetarnos a una autoridad, al ser obedientes, perderemos poder, lugar de honor o nos sentiremos humillados. Más en la obediencia está la bendición. Dios promete que el humilde será exaltado, ayudado con bondad y gracia. No olvidemos, que la mayor autoridad es Dios mismo.

¿Tu orgullo te impide reconocer la autoridad de otros?

Padre celestial, nos diste como ejemplo a Jesucristo quien se sometió a las autoridades de sus padres terrenales, las autoridades de gobierno pero por sobre todo a Tu autoridad y con humildad caminó en esta tierra sirviendo, obedeciendo, amando. Pongo ante Ti mi orgullo doblegado para que me liberes de él y me transformes para acercarme más al diseño perfecto que hiciste de mi, ayúdame a ser más humilde y hacer lo que tengo que hacer conforme a Tu voluntad. Gracias en el nombre de Jesucristo, amén.

#UnInstanteconDios

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